Savoia, Liliana
La noche llegó acompañada de un batón blanco. La mano se crispa sobre él, Marité percibe que será la única vez que sintió que veía, porque la maldad la ve hasta un ciego.
El Tucu vivía a escasos metros de la sodería donde la secuestró, la había saludado ciento de veces cuando se paseaba con su marido y su hijito adelante, como si fuera un diminuto lazarillo.
A Marité...