Frini, Daniel
Me estoy muriendo, papi. Pero estoy feliz, porque voy a encontrarte ¡No sabés lo que te buscamos la vieja y yo! En comisarías, hospitales y morgues, desde el Comando hasta la Nunciatura. Mamá le preguntó a cuánto milico encontró, pero nada. Yo tenía trece. Te extrañamos tanto. Ella se quedó seca de tanto llorar, y al final se apagó la pobre. Y allá está, como ida, en casa.
Ahora...