Camila Cecilia Contigiani
Tres compañeritas rodean a Mauricio. Su atención la había tenido, a ella, como el centro: compartir el recreo, esperar a que termine de copiar la tarea, acompañarla hasta que su mamá llegue.
Otras niñas intercambian papeles con Mauricio. Sin ignorarla, no la atiende: ¿jugaremos nuevamente a la pelota? ¿vendrá a mi cumpleaños? ¿vio el dibujo que escondí en su mochila?
Mauricio no percibe las preguntas que la enredan por dentro.
Sus nuevas cómplices lo asisten para lograr un dibujo especial. Ellas no saben para quién es.
Martina no sabe que Mauricio no sabe dibujar corazones.