De Santis, Pablo
Rey Secreto. Editorial Colihue.
En una entrevista privada que mantuve con el Director del Museo de Ciencias Naturales le manifesté mi preocupación por el deplorable estado de algunas salas, en particular la de animales embalsamados. Le dije, además, que la visión de aquellos animales que simulaban estar vivos, con la boca abierta, algunos apolillados, otros sin ojos o sin cabeza, inspiraba pesadillas antes que amor al conocimiento y a la naturaleza.
- Usted no entiende nada de nada- me dijo entonces el Director, mientras me mostraba un papel amarillento. Leí, en el borde superior: Circular secreta 3.128 del Ministerio de Educación-. Ahí, como ve, mi querido amigo, aquí dice con toda claridad que la sagrada misión de los museos no es otra que la de llenar de horror el corazón de los niños.